Si tan solo me dijeras que me quieres como antes, te juro mi vida que cambiaría sin quejarme. Sería fácil prometerte el cielo, las estrellas, pero no sería fácil si no estuviera en ellas. El corazón me dice que algo tiene que pasar, que lo nuestro no es cierto y que me duele tu verdad. Soledad como principio, sentir un nuevo inicio, resbalar entre precipicios.

            Si quieras o no quieras, cayeron las fronteras. Mi vida es efímera si tú no estás en ella. Abrazo la botella pero ella no comprende, letras ante heridas ahora duelen como siempre. Dime que se siente si yo ya no confío, el amor es una farsa, a la mierda lo que escribo. Describo tus miradas, no sea que me equivoque y a simple vista todo sea más de lo que note.

            Y acorte, más de lo que toque, obtuve nuevo enfoque. Te escribo 10 mensajes pero tú ya ni respondes a todo aquello que persigo. Me topé contigo, reina yo siendo un mendigo, princesa de este cuento, cuenta los minutos. Abrazo los recuerdos y entre sábanas me inundo.

            Y para malos tragos, me lazan entre mis lágrimas, intento sonreír y chica, esto me anima. Aparto cada parte que me abre el corazón, soy un simple soldado de juguete en tu cajón. Y son más de las 3 y aquí me ves con la nostalgia, prefiero amanecer y aceptar que algo me falta. ¿Y cuánto tiempo ahora me queda por mirar? Me cambiaron la A de amor por la A de amistad.

            Valgo menos de lo que me encuentre por delante, hoy ya no tengo ganas de seguir luchando. Y lo siento, pero nada me motiva, miro las estrellas y te sigo viendo arriba. Y es que una vida así no puede ser vivida, o al menos por mi parte no será bien recibida.

            Ya no sé ni lo que siento. Ya no sé si es dolor, miedo o arrepentimiento. Lo que tengo seguro es casi no me gusta, no me va a encontrar si su mirada no me busca. Y voy caminando por un túnel, a punto de venirse abajo, ya nada nos une. Si me preguntas te responderé sincero, hoy mi puntuación es 25 bajo 0.

            Dime lo que quieres, ¿por qué me detienes? algo que no tienes no te duele si lo pierdes. Sería fácil y me encuentro a un solo paso, noto que me empuja la fuerza de mi fracaso. Pero me tiembla el cuerpo y no puedo moverme, se tiñen de rojo, mis ojos de color marrón. Solo queda recular y avergonzarse, no tomé una decisión cobarde por cobarde.

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