-¿Qué
te ocurre?-
Un
hombre de avanzada edad pregunta tras recibir en su despacho a un joven.
-No
lo sé… ayúdame.-
-Para
eso estoy.- Dice el hombre sentándose en su sillón y sacando una libreta para
anotar.
El
joven se acerca a la ventana y ve a unos niños jugar en pequeño parque. Parecen
felices sin ninguna preocupación.
-Hace
mucho tiempo que no venías por aquí, ¿ya no eres feliz?- Pregunta el hombre.
El
joven sin apartar la mirada de los niños contesta. –Sí… sí lo soy, doctor.-
-Por
favor, hay confianza. Llámame Ángel. Cuéntame Javi, ¿cuál es el motivo de la
visita?-
-Ya
lo sabes…-
El
doctor le hace un gesto con la libreta para que se tumbe en el sillón, así que
el joven acepta la oferta y se tumba.
-Soy
su amigo y psiquiatra, por favor cuéntame todo.-
-No
sé que contarle; todos son felices, no tengo problemas.- Dice el joven.
-Vamos
Javi, ¿a quién pretende engañar? Necesitas ayuda.-
Al
joven se le escapa una lágrima. –Sufro bastantes pesadillas y me cuesta
dormir.-
Anota
algo el psiquiatra. –Puedo recetarte pastillas para dormir.-
-No
me hacen efecto… bueno sí, pero las pesadillas las sufro igual. ¿Qué es el
sentirse sólo y el luchar por algo y alguien y no poder ganar o saber que vas a
perder desde el principio?-
-Mmmm…
¿Tienes miedo a algo o alguien en concreto?- Pregunta el psiquiatra.
-Todos
tenemos miedo a algo o alguien. En mi caso es a la soledad… Llevo soñando días
donde gente que más quiero y aprecio me ignoran por completo delante mía… o
cierta persona… me dejaba por otro.-
-Entiendo…-
Dice el psiquiatra anotando en la libreta.
El
joven se gira para mirar al doctor y pregunta. -¿Y por qué sueño con que doy mi
vida por gente que ni siquiera conozco? ¿Acaso tengo que dar mi vida? No quiero
tener que sufrir por lo demás para que estén bien… Quiero vivir y ser feliz.-
Mirando
a su paciente pregunta. -¿Pero tienes novia, no es sinónimo de felicidad?-
-Sí…-
-Las
pesadillas se originan por algún motivo, en este caso un terror tuyo. Te
recomiendo que lo hables, por lo que veo llevas una gran carga.-
-He
intentado hacerla más lívida, pero…- Dice el joven.
-¿No
quieres ayuda?- Pregunta el psiquiatra.
-Sí
que quiero. Pero no sé si me la darán.-
-Tienes
miedo de perder a los que te rodean, de ahí el origen de las pesadillas y lo
que te ignoren… Tu mayor temor es la soledad, intentas tener gente a tu
alrededor para evitar ese vacío producido por tu padre. Por lo que tus
pesadillas con tu muerte puede significar dos cosas: que quieres cuidar a la
gente de todo mal o que una parte de ti, desea morir.-
El
joven no dice nada y cierra los ojos derramando lágrimas.
El
psiquiatra se levanta de su sillón diciendo. –Tienes que hablarlo con las
personas implicadas en tus pesadillas, de un modo u otro hará que te sientas
mucho mejor. Te lo recomiendo… Nuestro tiempo se ha acabado. Nos veremos en la
siguiente sesión Javi.-
-Gracias
doctor… Nos vemos.-
El
joven deja el despacho con lágrimas en su rostro.